La musculatura masticatoria influye directamente sobre las proporciones de la cara y “moldea” el patrón facial del individuo. La estética facial viene determinada, en sus parámetros generales, por la influencia de los poderosos músculos de la masticación. También influyen sobre el patrón masticatorio la respiración y la deglución. Es como si las tres funciones orales trabajaran al unísono a la hora de determinar los rasgos bucales y faciales del individuo. En este sentido, los rasgos de la expresión de la cara vienen determinados por el tono de los innumerables músculos que se albergan en la geografía facial.